Las últimas semanas han sido para los residentes del distrito de San Miguelito un poco intranquilas e incesantes con la inseguridad que ha ido tomando vigor.
Belisario Frías es uno de los nueve corregimientos del distrito que ha estado más manchado de sangre por balaceras, homicidios y demás hechos sangrientos que se han dado.
Para Edwin Núñez, un joven de 17 años, quien reside en Santa Marta, es lamentable levantarse en el barrio y ver a los alrededores a jóvenes consumiendo sustancias ilícitas, robando, balaceras, desertando de los colegios y demás.
Recomendó a la juventud optar por programas positivos que ayuden al desarrollo educativo, social y demás.
Isaac Dimas, coordinador de actividades deportivas en Torrijos Carter, indicó que lo más importante es llegar a los lugares más marginados a rescatar a las personas que están casi perdidas, demostrándoles que existen oportunidades que lo ayuden a salir de las mentiras en las que viven.
El mayor de la Policía Nacional, Ricardo Fruto, jefe del Programa Convivencia Ciudadana, explicó que mediante el Programa Tiempo Positivo de la Secretaría Nacional para la Prevención de la Delincuencia Juvenil, se atienden alrededor de 1,600 jóvenes de San Miguelito y otras áreas, donde se les da seguimiento mediante una ficha técnica que ayuda a evaluar qué aspecto requiere mayor reforzamiento para alejarlos de la delincuencia.
En días pasados, solo en menos de dos días se originaron dos balaceras, una en el sector de Cerro Batea, donde fue abaleado un joven y otras personas quedaron heridas con rozones de proyectiles. Mientras que en la segunda etapa de Santa Librada, unos hombres armados que se transportaban en un vehículo le tiraron balas a un grupo de personas que conversaba en una vereda, allí un individuo perdió la vida y otros quedaron heridos.
En San Miguelito operan al menos 40 pandillas delictivas.
Marcos Ceballos, líder comunitario, considera que es necesario unir esfuerzos para crear un Comité de Prevención a la violencia.